

Sigue el ritmo al dar de comer a las gallinas, o al hacer fotos a los animales bajo el agua, al martillear las piezas de un reloj de cuco, o móntate una fiesta musical en el oeste. Juegos musicales muy sencillos, divertidos, pensados para los más pequeños, con un montón de pantallas diferentes que explorar. Una forma entretenida de asumir que algunos conceptos musicales están a nuestro alrededor y que se puede hacer música con instrumentos que previamente han sido creados para otra misión: no te pierdas el juego de ritmo en la cocina de los Tigga Togga.


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